domingo, 11 de enero de 2015

EMPACANDO SUEÑOS

A tan solo una corta de semana de viajar a NY, me he encontrado con el querido y adorado problema de colocar todo en maletas,  no hay cosa, en mi humilde opinión, mas aterradora que esta.  Creo que esto le ha quitado lo divertido a la aventura de ser au pair, hasta el momento no había caído en cuenta de lo que estoy empezando y al mismo tiempo, de todo lo que estoy dejando atrás 

Empece por empacar  las cosas que, de ante mano sé, necesitare para el invierno, bueno no es que tenga la gran cosa pero de algo me servirán;  no podía olvidar las cosas personales para las primeras semanas y no tener que gastar mis primeros dolares en ellas. Es difícil organizar tu maleta cuando sabes que sera para todo un año y no para las cortas vacaciones que acostumbras tomar con tus familiares o amigos. 

Yo que me pensaba tan madura para tomar decisiones, no logre imaginar que hacer esto me produciría una tristeza que solo terminaría con lagrimas rodando por mis mejillas, al ver que ese día que antes esperaba con tanto deseo, ahora estaba a la vuelta de la esquina y yo sin el tiempo suficiente para despedirme de mi familia.

Me tome el tiempo necesario para empacar todo y dejar, al mismo tiempo, todo ordenado en esa que había sido mi habitación por los últimos 5 años, esa  que  estaba llena de mi, repleta de recuerdos, de momentos inolvidables, esa que en la soledad fue mi mayor refugio, aquella que me vio llorar en las noches y levantarme con una sonrisa cada mañana, aquella que sin proveerlo se iba quedando vacía, solitaria, sin mi. 

No logre entender hasta aquel día, lo que realmente significa alejarte de todo, la emoción sigue intacta, el sueño sigue latiendo, las ilusiones floreciendo, pero al mismo tiempo sientes que tu vida se esta rompiendo en dos, que estas tomando un camino muy distinto al que habías cruzado y eso sin lugar a dudas te desgarra por dentro.

y es que en definitiva Una parte de tu alma pertenece a este lugar, mientras la otra te pide a gritos que salgas a explorar, a sonreír y sobre todo a vivir. 

No estoy lista para las despedidas, pero hace mucho que
mis alas están extendidas. 





sábado, 3 de enero de 2015

14 DIAS PARA DECIR ADIOS

Vaya tiempo el que me tomo volver a escribir una nota y retomar los viejos gustos, pero necesitaba tiempo para tomar decisiones, para sentirme segura, para concluir ciertas cosas en Colombia,  y sobre todo para reconocer que estaba tomando la mejor decisión. 

Decidí, por fin, el crear mi  aventura a mi antojo o como se dice coloquialmente en mi país ( como se me de la gana), elegí crear mi propia experiencia sin importar las opiniones de terceros, prefiero no cuestionarme y vivir el momento, seguir luchando por mis sueños dado que al final, es lo único que nadie puede arrebatarme.  Si elegí esto no fue tan solo por diversión, fue también por crecimiento personal, porque nada me sera entregado en papel regalo, y al mismo tiempo no lo quiero así, no quiero nada perfecto, simplemente lo quiero todo imperfectamente perfecto en el momento indicado. 

Los días han pasado casi que volando y siento que ninguno  ha sido suficiente para grabar en mi mente todos los bellos recuerdos que tengo con mi familia, da miedo pensar en las despedidas, en decirle adiós a las personas que amas, sobre todo cuando no tienes claro en que momento los volverás a ver a todos juntos,una vez mas.

Mi vida como au pair tal vez no haya empezado por completo, pero algo se con certeza,  mi vida ya ha cambiado, ya no soy la misma, un nuevo capitulo ha hecho de las suyas y yo aun no comprendo el libreto de protagonista; siento que mis manos son tan pequeñas y mi corazón tan destrozado, para tomar e interpretar esas bellas paginas, llenas de ilusiones, que el destino se ha tomado la molestia de escribir tan solo para mi, pero aun así, este es mi protagonico y no esperare a un príncipe azul para tener un final feliz, al final si logro volar alto no habrá felicidad que se le pueda comparar.

Aveces cuesta aceptar que en el amor, los finales incompletos también existen, pero es mejor cerrar historias para que algunas mejores tomen su lugar.

A tan solo 14 días de tomar un avión con destino a un país desconocido, solo quiero decir que viajo sin ataduras, que aunque mi alma viaje en pedazos no llevo rencores en mi equipaje, nadie aprende sin haber tocado el piso alguna vez, viajo siendo yo misma y no la que los demás esperan que sea, me voy con la fe de que grandes cosas aguardan por mi en algún sitio inesperado, pues aun mi vida no es un libro terminado.